En una sociedad de sobreconsumo que nos empuja constantemente a consumir más, es difícil resistir la tentación de comprar. Las promociones, las compras en línea, la publicidad, el pago sin contacto, todo fomenta la compra compulsiva, ¡cualquier pretexto es válido para usar la tarjeta de crédito! Un comprador compulsivo puede sufrir de oniomanía, una psicopatología que puede llevar a problemas económicos y deudas abrumadoras. La adicción a las compras no debe tomarse a la ligera. ¿Eres incapaz de resistir una compra? ¿Tus gastos llenan un vacío emocional? ¡Es posible que sufras de esta enfermedad sin saberlo!
Identificar la oniomanía: sufres de pensamientos impulsivos
Al igual que la fobofobia o la ochlofobia, la oniomanía es difícil de manejar en la vida cotidiana. Existen diferentes síntomas que permiten identificar el comportamiento patológico de la oniomanía, y los pensamientos impulsivos son parte de ellos. El comprador compulsivo va al trabajo y ve en el escaparate ese hermoso par de zapatos. No tiene tiempo, ni necesidad, ni dinero para esta nueva adquisición, pero siente un deseo incontrolable de tenerlo en su posesión, ¡es imposible resistirse! Como un adicto que necesita su dosis, es incapaz de razonar y solo se sentirá aliviado al comprar sus sueños, incluso si son innecesarios y costosos.
Reconocer al comprador compulsivo: llenas un vacío emocional
Mientras algunos sufren de la fiebre del sábado por la noche, ¡otros sufren de la fiebre compradora! Las causas de la oniomanía se originan en la infancia. Puede haber sido causada por un trauma. ¿Creciste en la pobreza y la frustración? ¿Tus padres no eran afectivos? ¿Sufres de falta de afecto? Probablemente seas víctima de compras compulsivas. Tus compras te ayudan a llenar un vacío interior. En el momento, la emoción generada por ese gasto te alivia, pero esa felicidad es efímera.
Un consumidor impulsivo sufre de inestabilidades que busca aliviar mediante compras repetitivas. Los trastornos bipolares, los trastornos de ansiedad, la depresión están relacionados con emociones negativas. Las compras calman tus angustias como una terapia, es un consuelo. Este comportamiento refleja la dificultad para manejar lo que sientes. ¿Corres a tu tienda favorita tan pronto como te sientes mal? ¿Obtener el objeto que deseas alivia tu malestar? Presta atención a las sensaciones que experimentas al pasar por la caja.
No utilizas tus compras
La sociedad de consumo genera el deseo de comprar en los consumidores. Comprar se convierte en una necesidad y no solo en una simple necesidad. Muchas personas acumulan objetos que nunca usan. ¿No tienes espacio para guardar? ¿La mitad de tus pertenencias nunca se utilizan? ¡Incluso algunos artículos ni siquiera se desempaquetan! ¡Esta es la prueba de que eres víctima de oniomanía!
Compras sin tener los medios financieros
Arruinar tu cuenta bancaria no es un problema cuando puedes permitírtelo. Desafortunadamente, la oniomanía puede provocar graves problemas económicos y llevar a la acumulación de deudas, incluso la prohibición bancaria. ¡El deseo irresistible de comprar nunca se satisface! Vivir por encima de tus posibilidades tiene graves consecuencias. ¿Estás en números rojos todos los meses? ¿Acumulas préstamos para consumo? ¡Eres un consumidor compulsivo!
Curar la compra compulsiva
Hacer un diagnóstico de este comportamiento patológico permite evaluar la magnitud de la adicción. Controlar tus compras compulsivas requiere la implementación de pequeñas acciones. Deja tu tarjeta de crédito en casa cuando salgas. Si tienes que hacer una compra, ¡usa efectivo! Establecer un presupuesto y hacer un seguimiento de tus gastos te ayudará a controlar tus gastos. Pídele a tu banco que limite el crédito en tu tarjeta.
Si estás a punto de ceder, hazte las preguntas correctas. ¿Es útil? ¿Puedo permitírmelo? ¿Realmente lo usaré? Tómate un tiempo para reflexionar. Aprender a luchar contra la oniomanía es un proceso largo. Confía en tu entorno y no tengas vergüenza. Si necesitas ayuda, comienza una terapia psicológica.